Al igual que el óxido —el típico compuesto oxidante de color marrón rojizo que se forma por la reacción del hierro y el oxígeno en presencia de agua o humedad ambiental— puede dañar materiales que contienen hierro, como los automóviles, y esta forma oxidada de hierro es tóxica para las células. La muerte férrica es una forma de muerte celular regulada, descrita recientemente, que depende de la oxidación del hierro. Cuando los niveles de óxido de hierro están descontrolados y desequilibrados, compuestos altamente activos pueden causar estrés oxidativo y dañar la salud de muchos tejidos y órganos, como el cerebro, el corazón, el hígado y los riñones.
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mononucleótido de nicotinamida