Investigación clínica sobre carnosina (L-carnosina, CAS No.: 305-84-0) se ha centrado en su antienvejecimiento y propiedades estimulantes del cerebro. En cuanto a los efectos antienvejecimiento generales, varios estudios clínicos han destacado que la carnosina retrasa el proceso de envejecimiento al prevenir el daño oxidativo y la glicación. Además, los estudios también han demostrado que la carnosina puede inhibir directa e indirectamente la secreción de mediadores inflamatorios como las citocinas. Aliviar la inflamación oculta se convierte en otro objetivo importante, no solo porque es un enfoque antienvejecimiento, sino porque ayuda a prevenir el desarrollo de enfermedades crónico degenerativas como enfermedades cardíacas, diabetes y neurodegeneración como el Parkinson y las enfermedades de transmisión sexual de Alzheimer. Dados sus efectos únicos en el cerebro, la carnosina también actúa como un agente ideal para prevenir el deterioro de la función cognitiva y la memoria con la edad. Con respecto a impulsar la función cerebral, existen varios estudios doble ciego controlados con placebo que investigan la carnosina en pacientes con enfermedades neurodegenerativas. En un estudio, a 42 pacientes con encefalopatía crónica (una enfermedad degenerativa progresiva que a menudo se observa en personas con antecedentes de múltiples conmociones cerebrales y otros tipos de lesiones cerebrales) se les administró carnosina 0,75 g o 2 g al día durante un período prolongado. Durante 21 días se comparó su eficacia con un placebo. Se encontró que en el grupo de carnosina, la función cognitiva mejoró significativamente y el estrés oxidativo se alivió significativamente. Otro estudio investigó la eficacia de la carnosina en pacientes con enfermedad de Parkinson[2] tratados con levodopa (1,5 g diarios durante 30 días). Cuando se agregó carnosina al régimen de tratamiento, los síntomas neurológicos se aliviaron significativamente en un 36 %, en comparación con el 16 % en el grupo de control. Los signos clínicos de la enfermedad de Parkinson[2], incluida la disminución de la movilidad física y la rigidez de las extremidades, también se aliviaron significativamente. Esta mejora en [1]las actividades diarias[1] en los pacientes de Parkinson[2] les permite llevar una vida más autónoma y de mejor calidad, concluye el estudio, y el estudio concluyó que la carnosina es la clave para mejorar la eficacia del Parkinson[2 ]s enfermedad y la reducción del potencial para la terapia estándar con medicamentos. una forma razonable de toxicidad. La carnosina también puede ayudar a mejorar la función cerebral en personas con autismo. En un ensayo doble ciego controlado con placebo de 31 niños con autismo, la carnosina mejoró el vocabulario expresivo y receptivo y mejoró subjetivamente las puntuaciones de autismo después de 8 semanas a una dosis de 800 mg/día.