La estructura de la piel humana se divide en epidermis, dermis y tejido subcutáneo. La capa epidérmica es la capa que observamos a diario, de adentro hacia afuera, y está compuesta por el estrato córneo, la capa transparente, la capa granular, la capa espinosa y la capa basal. La función del estrato córneo es proteger contra estímulos externos, mientras que la capa granular optimiza el entorno cutáneo. La capa espinosa ayuda a prevenir la invasión de cuerpos extraños, y la capa basal puede generar nuevas células. La ceramida es el lípido presente en la periferia más externa de nuestra piel y en las células del estrato córneo. Para usar una analogía simple, al construir una casa y un muro, se utiliza cemento para colocar los ladrillos uno tras otro. La ceramida actúa como una capa en el estrato córneo. Actúa como el cemento, consolidando la estructura de toda la capa superficial y representa entre el 40 % y el 55 % del contenido lipídico. No solo retiene la humedad y conserva la grasa, sino que también mantiene la integridad de los lípidos. Los principales efectos de la ceramida en la piel son: :

Cara lisa), psoriasis, eczema, estrías rojas de sangre, piel sensible, piel seca, piel áspera, etc. El contenido de ceramidas de estas pieles problemáticas es significativamente menor que el de la piel normal, por lo que se necesitan suplementos adicionales.